jueves, 26 de enero de 2017

"Cuatro grandes consejos que cambiarán tu vida" (reseña del ensayo "Los cuatro acuerdos" de Miguel Ruiz")

Hola, querido lector; el día de hoy te traigo un poco de "información que cura"...

Hace algunos días, gracias a un buen amigo, llegó a mi poder un escrito de gran sabiduría y trascendencia que me ayudó a entender muchas cosas y a terminar de forjar mi alta autoestima, mi seguridad y mi bienestar... ¡sí!... gracias a ese escrito logré dejar atrás toda negatividad...; y hoy compartiré contigo todo lo que aprendí...
El ensayo se llama "Los cuatro acuerdos", y lo escribió el médico mexicano Miguel Ruiz, basándose en investigaciones realizadas a la filosofía del antiguo pueblo tolteca, quienes eran conocidos por su gran sabiduría, inteligencia y capacidad de preservar el bienestar propio y común.

Te escribiré una pequeña reseña:


El libro comienza explicándonos, mediante metáforas y analogías, que eso que conocemos como "realidad" no es más que la percepción que la sociedad tiene de la misma, es un "sueño de la humanidad", pero que todos, como individuos, tenemos el derecho a crear nuestro propio sueño, en base a nuestros pensamientos, sentimientos y percepciones personales; pero lamentablemente, muchas veces es muy grande el peso de ese "sueño de la humanidad", haciéndonos imposible si quiera concebir que tenemos el derecho de crear el propio; ese "sueño" es el conjunto de creencias, leyes y normas que la humanidad ha ido creando, de la mano con la política, el concepto de "sociedad" y la religión...; también se nos explica como se nos "domestica" desde pequeños para vivir el "sueño de la humanidad"; de pequeños no fuimos libres de escoger nuestras creencias; al ir creciendo todo se vuelve un juego macabro de "sacrificio - recompensa - culpabilidad"; si sacrificamos nuestra individualidad y hacemos caso a ese "sueño" se nos da una recompensa, en este caso la aprobación de los demás es nuestro premio; si no lo hacemos, llega la culpabilidad, pues no obtenemos ese premio, desencadenando el desagrado de los demás, incluyendo el de nuestros seres queridos... por eso nos culpamos y sentimos mucho remordimiento, tristeza y enojo con nosotros mismos, incluso llegamos a odiarnos por "no ser como los demás son o como los demás quisieran"; a esa fea amalgama de sentimientos negativos, en el libro, se le llama "el juez", pues tarde o temprano dicha compilación despectiva termina sentenciándonos, y nos vemos obligados a volver a "soñar ese sueño" aunque no nos guste... sumisos, como un perrito, para obtener nuestra galletita... =/ ; todos esos sentimientos malos nos destruyen poco a poco, y se ven reflejados en nuestra salud, tanto física como emocional: el estrés, la baja autoestima, la depresión, todo eso es la exteriorización de nuestro castigo interno, y el "juez" siempre está al asecho, esperando atacar...; determinadas características forman estereotipos sociales que se convierten en los "dioses" de nuestro "sueño", esos ejemplos que debemos seguir, esos prototipos que debemos formar en nuestra persona, y si no podemos o queremos hacerlo, vienen los problemas: "soy demasiado tonto", "soy torpe", "estoy feo", "estoy gordo", "nunca hago nada bien", "soy un imbécil" y etc. etc.... más sufrimiento para nuestro cuerpo y mente...; en ese "sueño de la humanidad" no hay libertad, por más que en él sea mencionada, no se trata más que de propaganda barata para convencernos de que ese "sueño" es bonito... ¡puras patrañas!...; la verdadera libertad radica en ser lo que queremos ser, pensar lo que queremos pensar y hacer lo que queremos hacer, algo que en ese "sueño" no está permitido del todo...; por más que te lo maquillen, no, no hay libertad en el "sueño de la humanidad"...; todo está previamente dicho: los horarios, las tareas, las acciones, los castigos, lo que debemos pensar, lo que debemos decir, lo que debemos hacer para ser "normales".

Después se nos dice que, a pesar de toda esa negatividad, podemos salir adelante y crear nuestro propio "sueño"... mediante acuerdos...
A lo largo de nuestra vida nos hemos hecho acuerdos, tratos que definen nuestra personalidad, frases que nos describen: "Soy bueno para esto", "soy malo para aquello", "soy esto", "soy lo otro"... todo esto en base a lo que percibimos del "sueño" de las otras personas...; cosas que escuchamos de los demás, como por ejemplo, cuando un maestro nos dice: "Eres muy bueno para escribir" o cuando mamá nos dice: "Eres un niño muy responsable"; pero no todo es bonito... otras personas, o incluso esas mismas que nos alabaron pueden destruirnos: "Eres muy malo en matemáticas" o "Eres un niño muy desordenado"...; todo eso lo vamos absorbiendo, y por ende, reflejando en nuestra personalidad, pues nuestro "sueño" personal, como ya habrás notado, es un espejo que recibe información y la proyecta exactamente igual a como la encontró; todo lo que aprendemos lo pensamos, decimos y hacemos; y muchas veces recibimos información negativa que es generada por el "sueño" de otro o el propio "sueño de la humanidad" de manera errónea; quizá ese acuerdo de que eres malo en matemáticas se basó en un examen al cual no acudiste al 100 %, y quizá mamá dijo que eres desordenado en un momento de enojo o estrés o algo así, no porque de verdad pensara que seas desordenado; pero tú toda tu vida irás creyendo que eres un fracaso en matemáticas y que eres un tipo bastante desordenado; la mente es poderosa, refleja lo que recibe, por eso quizá no te salen bien las cuentas en el super o tienes tu habitación regada... sí, sólo porque te creíste eso que dijeron de ti; y es normal, pues de pequeño uno no se conoce, no sabe que existe la autoestima, no sabe que tiene derecho a pensar por sí mismo de sí mismo, y se deja llevar por lo que mira y escucha de los demás...; pero, este ensayo viene a decirte que puedes cambiar y llegar a tener nuevos acuerdos contigo mismo, acuerdos positivos que ayudarán a que tu vida sea plena, sea cual sea tu caso.

Estos son los 4 principales acuerdos que debes empezar a tener contigo mismo:

1.- "Seré impecable con mis palabras". Las palabras que uno deja salir de sí mismo son las que tienen el poder, ya sea de construir o de destruir...; las palabras de amor ayudan a construir buenas autoestimas, y por ende, buenas vidas; las de odio son las que sólo sirven para destruir todo lo bonito...; si hacemos una analogía, las palabras de amor son la magia blanca y las de odio la magia negra; bien sabemos que la magia hechiza...; nosotros al hablar hechizamos, tanto a nosotros mismos como a los demás; si cada mañana te dices a ti mismo que estás feo, es lo que proyectarás, pues ese hechizo te habrá quitado las ganas de arreglarte y ponerte guapo...; lo mismo con otros...; si le dices a alguien que es estúpido, lo que provocarás es que esa persona se sienta estúpida y nunca logre jamás algo lindo en su vida...; seamos conscientes del poder de nuestras palabras...; hablemos siempre con amor, no con odio...; no dejemos que nuestras palabras se conviertan nunca en veneno; las bases del amor son la paz y el respeto; aprendamos a estar en paz, tanto con nosotros mismos como con los demás; aprendamos a darnos respeto y amor entre todos, empezando con nosotros mismos...; esto se logra vaciando nuestra mente de todo ese odio, de todo ese veneno... toda la amargura, todo el enojo, toda la tristeza van para afuera, y convirtamos a nuestra mente en un hermoso campo fértil para las semillas de amor...; trabajemos en nuestros pensamientos...; trabaja en ellos... procura que sean positivos la mayor parte del tiempo...; recuerda: se impecable con tus palabras, que sólo salgan de tu boca amor, respeto y paz, para contigo y para los demás.

2.- "No me tomaré nada de forma personal". No permitas que otras personas te hechicen con su veneno. La causa principal de nuestro sufrimiento se debe a la necesidad de aprobación. Deseamos que los demás siempre hablen bien de nosotros, que nos quieran, que nos valoren y etc. Pero la verdad es que no a todos les caeremos bien, y no todos nos van a apoyar en todo, y no todos nos van a querer de la forma que deseamos.
Cuando es mucho el veneno en nuestra mente, tanto personal como ajeno, se crea un gran "mitote" en ella... sí, toda esa confusión, esa pena, esa tristeza, ese enojo se ocasiona porque no aprendemos algo: no aprendemos que no hay que tomarse nada de forma personal.
Recuerda que cada persona es dueña de sus propias acciones, decisiones y palabras; somos seres individuales que procesamos información de forma única... por eso debemos considerar que es absurdo tomarse de forma personal lo que otros digan o hagan, pues eso que dijeron o hicieron es sólo un reflejo de su propia forma de ver las cosas, no de la nuestra; por ejemplo, si alguien me dice que escribo mal, que ya no debería hacerlo, no debo tomarlo de forma personal, pues eso que dijo fue bajo su propia percepción... quizá para él yo soy un pésimo escritor y debería dejar de escribir, pero para mí no es así, pues adoro escribir y creo firmemente en que lo hago bien... reconozco que no soy el mejor, pero me gusta mi trabajo.
Cada vez que alguien se dirija a ti de forma negativa no lo tomes personal, no le des importancia, no le des el poder de hechizarte...; cada cabeza es un mundo, procura tener la tuya siempre limpia...; no hagas caso a los ataques, sólo quédate con lo positivo, rechaza el veneno.

3.- "No haré suposiciones". Las personas sufrimos más por lo que creemos que pasa que por lo que realmente pasa...; cuando recibimos poca información acerca de algo o ésta es ambigua, solemos suponer algo de aquello en lo que tenemos dudas o es desconocido; "rellenamos" la información con nuestra propia información generada, a veces en automático; por ejemplo, cuando nuestra pareja nos manda un mensaje diciendo: "Hola. Surgió un imprevisto. Volveré a casa más tarde de lo normal. No te preocupes", aunque diga que no nos preocupemos nos preocupamos, porque recibimos información básica, a medias... no nos dice cuál fue el imprevisto, y es ahí cuando empezamos a suponer: "Oh, por Dios, quizá sufrió un accidente" o "Rayos, este desgraciado me está engañando"... siendo que desconocemos la verdad...; cuando él regresa a casa, resulta que debido a un error tuvo que volver a hacer todo su trabajo de nuevo, y esperanzado de recibir consuelo y apoyo, sólo se siente más mal, debido a que esos "mitotes" que generaron nuestras suposiciones nos hacen ponernos mal, ya sea tristes o enojados, y muchas veces tendemos a reprochar, y en lugar de ayudar, empeoramos las cosas, incluso, por esas suposiciones puede llegar romperse la relación.
El tercer acuerdo nos invita a dejar de hacer suposiciones...; si tenemos duda, hay que preguntar... si no hay respuesta inmediata, en lugar de suponer, hay que esperar con paciencia a que llegue la respuesta. Evita "mitotes", evita la suposición, pues sólo logras estresarte y estresar a los demás.

4.- "Haré siempre lo mejor que pueda". Es el acuerdo más importante, pues es el que ayuda a que los otros 3 se mantengan...; hacer siempre lo mejor que uno pueda no se trata de exigirse de más o hacer muchas cosas o hacerlo todo... se trata de siempre tener una actitud optimista y dispuesta a trabajar en nuestro bienestar...; recuerda este dicho: "Ni tanto que queme al santo, ni tanto que no lo alumbre"; hagamos siempre sólo lo justo, lo que podamos hacer...; a veces nos vamos a sentir mal, a veces vamos a fallar, a veces nos vamos a cansar, a veces nos vamos a enfermar, y es ahí cuando "el juez" intentará atacarnos, juzgándonos por no haber "hecho lo correcto", pero nosotros como buena defensa le presentaremos este acuerdo como objeción y nos dejará en paz...; cuando haces siempre lo mejor que puedes, a pesar de las circunstancias, ese "juez" no podrá sentenciarte de nuevo, ni condenarte al dolor y la tristeza.
Recuerda que no se trata de ser el mejor, sino de siempre hacer lo mejor, lo mejor que podamos hacer, a pesar de las adversidades...; si algún día te sientes enfermo y tienes muchas actividades por hacer, haz las suficientes como para que tu "juez" no te ataque, quizá sólo haciendo lo absolutamente necesario, después de ello podrás descansar en paz, sin culpas ni remordimientos interiores...; lo mismo cuando estés cansado, apagado, triste, sin ganas, o cuando pasen cosas imprevistas que cambien tu rutina...; el chiste es hacer lo necesario como para estar bien con nosotros mismos.

Conocidos ya los 4 acuerdos, el ensayo nos invita a romper viejos acuerdos... esos que fuiste creando en base al reflejo del "sueño de la humanidad"... ¿cómo?... pues, conociéndote... sabiendo quién eres, qué es lo que realmente quieres, a dónde quieres llegar...; responde las preguntas y en base a tus respuestas créate nuevos acuerdos que ayuden a reflejar tu propio "sueño"...; te pondré un ejemplo personal: mediante la reflexión llegué a la conclusión de que soy una persona única, especial y auténtica que quiere hacer realidad sus sueños y vivir de ellos; quiero dedicarme a escribir, a hacer videos que sean de utilidad para satisfacer mi necesidad de expresarme; quiero que mis trabajos inspiren sentimientos en los demás; quiero llegar más allá de la fama y el dinero, eso no es bueno para mí... yo no quiero fama, poder ni dinero... yo quiero trascender, que mi trabajo sea reconocido; quiero llegar a ser un buen coach emocional y un buen artista que logre, con su trabajo, crear un medio mejor, tanto para él como para las personas que ama y para todo aquel que busque su servicio y vea su obra...; eso es lo que quiero, y es por lo que me esfuerzo día tras día... :) ; estoy empezando a vivir mi propio "sueño", pues no me considero parte de ese sistema, de ese "sueño de la humanidad"...; hago lo que quiero, disfruto de mi libertad y no hago daño a nadie...; así es la libertad: ser feliz haciendo lo que a uno le gusta sin dañar a los demás.
Tú eres libre, pero la sociedad te tiene encadenado... es momento de romper las cadenas y volar hacia tu propia realización...; conviértete en un guerrero de luz, paz, respeto y amor...; lucha por lo que quieres...; libérate del veneno...; siempre feliz, siempre optimista...; mata a esos parásitos llamados "juez" y "víctima", al "juez" ya lo conoces, y la "víctima" es el conjunto de acciones y pensamientos que liberas cada vez que el "juez" actúa... la "víctima" es el estrés, es la depresión... cosas tan despectivas que debes alejar de tu vida...; vuélvete dueño de tu vida, de tus pensamientos, de tus emociones, de tus sentimientos y de tus acciones... vuélvete autoresponsable, usando tus nuevos acuerdos... controla tu comportamiento, que no te ganen los parásitos, tú eres más fuerte que ellos dos y que ese "sueño de la humanidad"...; y sobre todo, valora cada instante de tu vida, entrégate al "ángel de la muerte", reconociendo que cada día es un regalo, pues la vida no es comprada y puede serte arrebatada en cualquier momento...; valora tu presente, valora tu persona y valora a las personas que amas...; vive cada día como si fuera el último.

Este gran ensayo culmina invitándonos a disfrutar de nuestro nuevo "sueño"...; disfrutamos más nuestra vida cuando todo lo que decimos y hacemos es con amor, cuando no tomamos nada en forma personal, cuando no hacemos suposiciones, cuando hacemos lo mejor que podemos, cuando aceptamos nuestra individualidad y respetamos la de los demás, cuando somos libres y dejamos ser libres a los demás, cuando nos conocemos, cuando nos amamos, cuando vencemos a nuestros "mitotes", parásitos y miedos... cuando valoramos cada momento y cuando comprendemos que estamos ya en el cielo de nuestro propio "sueño", dejando a un lado a ese infierno que es "el sueño de la humanidad".

Sin duda, un gran libro que te recomiendo leer, y cuyas enseñanzas, espero, pongas en práctica, para así lograr tu plenitud.

Te dejaré dos links, uno con un PDF el libro si te gusta leer y otro con un audiolibro del ensayo que subieron a Youtube, por si prefieres escucharlo:

 

Espero que este post te haya sido de utilidad...

Nos leemos después... :) /

sábado, 14 de enero de 2017

"Hoy estás de nuevo aquí" ... ♥


De todos lo pensé, menos de ti...
Después de conocernos y desinteresarnos, no pensé que volverías... pero hoy estás aquí...
De todos lo imaginé, menos de ti...
Al creer decepcionarte, dejé libre tu camino del gran peso de mis tonterías... más hoy estás de nuevo aquí...
De todos lo esperé, menos de ti...
Al ver que nada pasaría, me alejé de tu vera, deseando hacerte un bien... y hoy estás otra vez aquí...
De todos lo soñé, menos de ti...
Dí por hecho que todo estaba terminado, aún sin haber comenzado...; pero ¿quién lo diría?, hoy estás aquí, hoy estoy aquí, hoy estamos aquí...

De todos lo creí, menos de ti...
No tomé en cuenta que ni terminamos de conocernos antes de partir... y hoy, parece que el destino quiere eso...
De todos lo anhelé, menos de ti...
Cerré el círculo vicioso de esas noches en vela en las que tanto te pensé, sin entender por qué nada querías de mí... y hoy ya lo sé, eso y muchas cosas más...
De todos lo deseé, menos de ti...
No sabía que detrás de esa máscara dura y esa armadura reforzada se esconde un ser espectacular... y hoy me permitiste descubrirlo...
De todos lo idealicé, menos de ti...
Rotos ya los pocos lazos, no concebí un posible reencuentro... y hoy estás aquí, regalándome momentos tan felices... 

Perdí a tantas personas en mi camino que...

De todos lo predije, menos de ti...
Me tomó por sorpresa todo lo pasado, me dio miedo, me dio pena, me dio nervio, pero al mismo tiempo disfruté bastante tu presencia...; y aunque quizá todo sea por casualidad o por combatir la soledad, no importa, me gusta mucho estar contigo, irte conociendo más y más, día con día... compartir contigo todo lo que soy y todo lo que tengo...; aún tengo miedo, mucho miedo de perderte otra vez, pero ya llevo en mi cabeza la idea de que nadie pertenece a nadie, y hagas lo que hagas, siempre estarás en lo más profundo de mis sentimientos, porque te estimo, te aprecio y estoy empezando a quererte...; ojalá pudieras verte a ti mismo desde mis ojos, y sentirte desde mi corazón, no sé qué harías con tanto movimiento...; soy tu amigo y nunca te dejaré...; tal vez exista ese ligero trago amargo del pasado, pero no es nada comparado con toda la dicha que me das en el presente...; gracias por volver y ayudarme a levantar mis escombres por última vez, pues, no te miento, eras lo que necesitaba para volver a sonreír...; eres una gran motivación; espero que mis palabras y acciones ayuden a sanar tu vida, tanto como las tuyas ya han curado la mía... :')  

¡Gracias por tu visita!... :) 



Nos leemos después... n.n /