Hola, querido lector; comienzo este año de trabajo con un escrito muy personal, en el cual te contaré un poco más de mi vida... de la parte oscura de mi vida.
En este primer post de 2019 te contaré mi historia con la depresión.
Para empezar debo decirte que sí, yo sé lo que se siente estar desolado, triste y sin ninguna esperanza... lo viví durante 9 años y es algo terrible, horrible, algo que no le deseo a nadie, algo que, ahora, por ya haberlo superado, deseo que no afecte a otras personas y este artículo lo estoy redactando, no para generar lástima ni para "elevar mi rating", sino para crear consciencia en quienes ahora viven lo que yo ya viví, y decirles que siempre existe una salida, sólo hay que buscarla.
Bueno, primero te cuento que mi depresión comenzó en los meses finales del año 2011, aunque ya tenía síntomas de ella desde el año 2009, sólo que no tan fuertes; así que doy como punto de inicio algún periodo del año 2009; y finalizó recientemente, a mediados del año 2018, son 9 años, por eso este escrito se llama "9 años de oscuridad". 9 años llenos de tristeza, dolor, soledad, amargura, pensamientos negativos (incluso suicidas) y un sin fin de aspectos negativos más. 9 años sumido en un abismo negro y cruel que yo mismo hacía más y más grande.
Todo comenzó en el 2009, a raíz de mi autoexigencia en los estudios; siempre fui un alumno ejemplar, con excelentes calificaciones, pero un 8 o un 9 de calificación para mí eran una catástrofe, me obsesione demasiado con los dieces. Nadie me obligaba, más que yo mismo a sacar esas calificaciones. La frustración absurda por haber obtenido un 9 entre puros dieces en mi segundo semestre de preparatoria fue lo que desencadenó en mí una baja autoestima, pues yo me consideraba inferior, torpe, tonto y burro, ¡POR UN 9!.
Otro factor fue mi gran primera desilusión en el amor; antes de terminar la secundaria, me enamoré de una chica y ella nunca me correspondió, eso fue lo que comenzó a "picar" mi autoestima; yo mismo me consideraba muy feo, tonto o equis adjetivo despectivo, para ella.
Un tercer factor fue el descubrimiento de mi atracción hacia otros chicos; esto lo viví a mediados de la secundaria y en los primeros meses de la prepa; para mí esto era muy raro, porque aunque estaba enamorado de una chica, me sentía atraído sexualmente hacia otros chicos; todo esto me sumió en una gran confusión y traté, desenfrenadamente, de quitar de mí esos deseos, pues según la mentalidad que tenía en ese tiempo y un poco gracias a mi entorno, el que me gustaran otros chicos no era normal y era muy, muy, muy, muy malo. Y entre tanta confusión, me sentí muy solo e incomprendido, aunque luego terminé por aceptarme como homosexual, para luego cambiarlo a bisexual y al final, terminar en pansexual, pues eso es lo que fui desde un principio, pero me tomó mucho tiempo reconocerlo.
Otro factor fue mi segunda gran desilusión amorosa, la cual fue con un chico y no un chico cualquiera, sino ¡CON MI MEJOR AMIGO!; con él "experimenté" y descubrí que realmente me gustan mucho los chicos, incluso mucho más que las chicas... pero nunca pudo darse una bonita relación entre nosotros y eso destrozó mi autoestima, porque yo no me sentía lo suficientemente hombre para él... mi físico y el miedo de perdernos siempre fueron obstáculo para entablar dicha relación.
El quinto factor fue una racha de muertes de seres queridos que destrozó, no sólo a mí, sino a toda mi familia... ya en este punto el dolor era tan grande que tuve que abandonar mis estudios y refugiarme en "mi burbuja", protegiéndome del daño que, yo creía, me hacían el mundo y la vida.
Otro factor fue mi obesidad. Ella siempre fue un gran obstáculo en mi camino, pues yo me consideraba "asqueroso" y no digno de ninguna clase de amor; añadiendo que mis malos hábitos propiciaron que desarrollara diabetes; pero cada intento de ponerme en forma era opacado por pensamientos destructivos de autoodio; la situación era tan grave que hasta llegué a padecer principios de bulimia.
El sexto factor era lo que, yo creía, era la falta de apoyo y cariño por parte de mis padres, pues nunca se vieron entusiasmados con mis planes de destacar en Internet como youtuber y escritor; ahora los entiendo, pero en aquel tiempo yo lloraba casi todas las noches porque no me sentía apoyado por ellos ni por el resto de mi familia; cuando dejé los estudios recibí un sin fin de regaños, llamadas de atención y "consejos". Y al final, por dejarme llevar por eso, no destaqué en este campo como yo quería, teniendo en mis manos las oportunidades para ello.
Mi poca "suerte" en el amor fue otro factor, pero, vamos, aislado, deprimido e inseguro... ¿cómo poder enamorar a alguien si ni si quiera yo me amaba? Fracaso tras fracaso, me refugié en las relaciones por Internet y a distancia, sin darme cuenta que éstas no son factibles y siempre terminaba peor de deprimido que cuando las empezaba.
Todos estos factores lograron convertirme en una persona aislada, depresiva, que estaba siempre a la defensiva y era incapaz de controlar sus emociones.
Durante 7 años completos viví el terror de la depresión, la triste necesidad de buscar un motivo a diario para seguir con vida; 3 planes de suicidio, de ellos 2 fueron intentos, pero, afortunadamente, nunca los concreté, siempre fui salvado.
En la etapa final de la "era oscura" descubrí la psicología y la convertí en mi pasión más grande...
Acudí con una psicóloga, pero no estaba listo aún para cambiar mi vida.
Fue tiempo después, mediante videos, libros y música positivos, que logré salir adelante y convertirme en lo que soy ahora: una persona feliz, plena, que disfruta cada instante de su vida, ama y comparte con el mundo sus cualidades.
Cambiar mi estado de ánimo fue un largo proceso de dos años, pasando por todo tipo de autoterapias: ocupacional, positiva, conductual... hasta que descubrí la psicología cognitiva, la gran salvadora de mi vida. Gracias a ella descubrí el poder que tienen nuestros pensamientos sobre nuestra salud emocional y mediante mucha información correcta, pude ir venciendo, poco a poco, todos mis complejos... vaciando mi mente de esos pensamientos tontos que me encadenaban a la depre y luego metiéndole los correctos.
La moraleja de este monólogo es que siempre hay una salida y una esperanza, sólo debes tener fe en ti mismo y seguir buscando... psicólogos, libros, ¡INTERNET!... siempre hay alguien dispuesto a compartir contigo las herramientas necesarias para vencer la depresión... ;)
Soy Fructuoso Martínez, "inspirador profesional (jeje)" y te deseo un fantástico año 2019, en donde puedas superar por fin todos tus problemas emocionales.
Nos leemos después... :) /
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