No sé porque pasa esto. No sé qué le pasa al
sistema. Se supone que es mi tiempo de descanso.
Me despierto con el cuerpo adolorido, como si
una gran presión estuviera inundando mi pecho. La luz del exterior me ciega por
un momento, como si nunca la hubiese visto.
Recuperando la vista, aunque en blanco y negro
por la presión, decido ir al trabajo. “Carajo, el jefe me dijo que no llegue
tarde otra vez.” Como odio a ese idiota, siempre dice lo mismo, como si realmente
le importara mi estancia ahí.
Caminando, lento y torpemente por la ceguera
alcanzo a ver que las personas a mí alrededor están mirándome, unos con
lástima, otros con miedo y algunos huyen.
Un sujeto me amenazó con cuchillo en mano,
suplicando que no le hiciera daño a él y a su hija. Me quedé intrigado pero
decidí ignorarlo y continuar mi camino.
Al llegar a la oficina, mis compañeros se
asustaron, unos se desmayaron y algunos gritaron de miedo. Además de cubrirse
la nariz, diciendo que yo estoy provocando ese hedor, y mientras más me acerco
a la oficina del jefe, siento que mi cuerpo se empieza a cortar; siento como
los dedos de mis manos se hinchan, mis ojos empiezan a arder, casi pierdo la
movilidad pero ya estoy aquí. Cerca de la puerta oigo a ese bastardo al otro lado
decir; “Otra vez tarde, estás despedido.”
Al terminar de escucharlo, mis piernas no soportaron más y me caigo. No sé porque me hace esto, sólo exige y exige, pero él lo sabe y no lo quiere aceptar. No quiere aceptar que, tengo 2 meses de MUERTO.
Lee todas mis historias de terror aquí: ÍNDICE DE HISTORIAS
No hay comentarios.:
Publicar un comentario