Comprendí que sólo me tengo a mí.
Duele mucho, pero es la verdad.
Destroza cada pedazo de mi alma, pero lo debo aceptar.
Comprendí que sólo me tengo a mí.
El amor no dura, la amistad es engañosa y la familia es la primera en lastimar.
Comprendí que sólo me tengo a mí, a nadie más que a mí.
Hoy me encuentro tan desnudo y tan vacío, que siento cómo por mis huesos recorre un aire frío, más frío que la nieve y más violento que un tifón.
El clima polar no es nada ante todo lo que ocasionan la desdicha y el dolor; la tristeza y la amargura de sentirme solo entre tanta gente.
Comprendí que sólo me tengo a mí, a nadie más que a mí.
Dicen que el amor es calor, ¿será verdad?... pues si es así, no lo siento en mí.
Mi corazón se está volviendo un duro y seco pedazo de hielo... es lógico, ¿no?... de tanto que lo han herido pereció y se congeló.
¿Podré alguna vez volver a sentir en mis entrañas un poco de calor?, ¿un poco de amor?... creo que no, pues estoy rodeado de seres más muertos que yo.
Comprendí que sólo me tengo a mí...
A mí, sólo me tengo a mí... ya lo comprendí.
Una parte de mí pereció y la otra más fuerte se volvió.
Se acabó la compasión. Mi corazón ya no funciona. Se terminó la tonta idea de ser para todos incondicional.
No hay perdón, ningún "pero" ha de valer, mi venganza ha de caer en forma de gélida indiferencia sobre todo aquel que no valore lo que doy.
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