martes, 8 de noviembre de 2022

El extraño del chat (historia de terror)


Les contaré una anécdota:

Corría el año de 2008, las computadoras ya eran populares, pero las redes sociales no tanto; en esa época se usaba más el Messenger. Bueno, lo que pasó marcó mi vida y la de mi familia.

Era el día 24 de septiembre, yo me encontraba charlando por chat con mis amigos, y de repente, me llegó una solicitud, era de un tal “Fermín Aguirre”, quería que lo agregara a mi lista de amigos. No acostumbro aceptar gente que no conozco en mi MSN; pero algo dentro de mí, me obligo a aceptarlo.

Mi nuevo ciber-amigo no se conectó en todo el día; caída la noche, con un sueño terrible, decidí apagar el ordenador e irme a dormir; segundos antes de cerrar el MSN me llegó un mensaje, era de Fermín, era un simple “hola”; tenía sueño, pero hubiera sido una descortesía no responder, así que le devolví el saludo con un “hola, ¿quién eres?”. Él contestó algo seco: “soy Fermín, ¿cómo estás?”; yo me reí un poco al leer su contestación, y le dije: “muy bien, aquí, a punto de dormir, ¿y tú?; el desconocido respondió: “muy bien también, ve a dormir, ya no te entretengo más”, y yo le dije: “está bien, buenas noches Fermín, adiós”. Dicho eso, apague el PC y me fui a dormir.

Al día siguiente, entrada la tarde, encendí el computador y abrí mi cuenta de MSN; Fermín estaba disponible, así que le hablé: “Hola Fermín, ¿qué tal?”; a los 4 o 5 minutos, el aún desconocido, respondió: “Hola Alejandro (así me llamo), todo bien, y tú ¿cómo te encuentras?”… “Muy bien, aquí charlando con mis amigos”… “Qué bueno, y tú mamá, ¿cómo está?”… al ver eso me asusté, no era posible que ese sujeto conociera a mi madre; pero decidí seguirle el juego: “Está genial, por cierto, ¿de dónde eres?... tardó un poco en contestar… “Soy de “Las ánimas”, dijo; “¿Las ánimas?, ¿qué lugar es ese?” le pregunté... “Es el pequeño lugar donde vivo” afirmó; después de casi 3 horas de plática, me despedí de Fermín y fui a cenar.

Pasaron los días… el desconocido Fermín se ganaba mi confianza, incluso me daba consejos, parecía ser alguien de mi familia.

El día 24 de noviembre, en la mañana, charlaba con mi extraño amigo, como de costumbre, y entre charlas misceláneas me contó que era su cumple años; yo lo felicité y le brindé mis mejores deseos; él muy contento agradeció mi detalle; platicamos todo el día, y ya en la noche, antes de despedirse dijo: “Bueno, hijito, ya me voy, te cuidas mucho y por favor dile a tu mami que venga a visitarme de vez en cuando, adiós”.

Asombrado por el mensaje de mi amigo desconocido, fui con mamá y le pregunté si conocía a ese tal Fermín Aguirre, que vive en “Las ánimas”; ella, con una cara de tristeza me preguntó que como es que conocía yo a ese señor (pensé que se trataba de un amigo de ella), y le platiqué todo, al terminar de hablar, mi mami rompió en llanto, y cuando pudo controlarse dijo: “Fermín Aguirre es tu abuelo, lo sé por la descripción que me das, esa forma de pensar y hablar es de mi padre, él tiene 15 años de fallecido (hoy los acaba de cumplir, por eso dijo que cumplía años), está enterrado en el panteón de “Las ánimas”, en mi pueblo natal; murió cuando yo tenía 16 años”.

Quedé en shock y completamente asustado; ya no he vuelto a saber nada de ese desconocido que resultó ser mi abuelo muerto, actualmente tengo 19 años, y aún recuerdo todo lo ocurrido, como si hubiera sido ayer.

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