Sólo
hay una sobreviviente, es una chica de 15 años, pudo escapar, mientras el
homicida intentaba violarla…
La
joven dio características del asesino, se han hecho retratos hablados, ya saben
cómo podría ser, hay carteles por todo el pueblo… se ofrece una jugosa
recompensa a cambio de su paradero.
Hoy he
visto la cara de ese malvado, en uno de los anuncios… es raro, tiene apariencia
positiva, parece ser guapo… creo que es de esos típicos homicidas coquetos y
elegantes, que engañan jovencitas, para después violarlas y matarlas… un total
hipócrita y descarado… ¡un animal!...
¡Hoy
lo vi!... ese monstruo… he presenciado uno de sus tantos crímenes… Ha sido
capaz de violar y matar a una niña, no tiene perdón de Dios, yo vi como abusaba
de ella, pero por desgracia no pude hacer nada…
¡Hoy
lo seguí!... lo he visto entrar a su casa, mañana informaré a la policía, ese
desgraciado no debe seguir libre…
¡Rayos!...
sé que suena estúpido, pero siento que ese canalla me persigue, lo veo en todos
lados, me quiere asustar, yo sé donde vive, no le conviene que diga la verdad,
que lo desenmascare…
¡Ya no
aguanto más!... no he podido salir de mi casa, ese sujeto me sigue a todas
partes, no me deja en paz, pero no me ataca, justamente ahora, tiene un
cuchillo en la mano, creo que lo hará… ¡me matará!...
No, no
me ha matado, sigue ahí, parado frente a mí, sonriendo, quiere torturarme
psicológicamente… ¡pero no!, no debo permitir que lo haga, debo… ¡debo
matarlo!, antes de que él lo haga conmigo…
En un
momento de descuido, salgo de mi habitación y recojo una roca, se la arrojaré…
¡¿Qué!?...
no puede ser… ha dejado el cuchillo, y también agarró una piedra, maldito,
¡maldito!, me está torturando, con su sonrisa, con su silencio, con su
presencia… es tiempo de acabar con él… le aventaré la maldita roca…
¡Rayos!... he quebrado el espejo.
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